La Mirada Nómada es: aquella que observa a su alrededor, la que vé todo como novedad, la que guarda las imagénes porque sabe que el camino debe continuar.
La mirada, de un nómada, abierta al mundo que le rodea.

viernes, 12 de diciembre de 2008

MUCHAS VECES ME PEDISTE QUE TE CONTARA ESOS AÑOS de Juan cruz

Escribir, y leer, y recordar lo escrito, e incluso tacharlo, o recordar lo leído, e incluso tacharlo, era una hermosa aventura, acaso la mejor que se puede hacer en la vida y en el mundo, pero mucho antes que escribir o leer está viajar.

¿Qué ha sido de tu tiempo, qué has hecho con él? ¿Vas a contarlo?

Eres el muchacho que se hizo preguntas, y ahora eres el muchacho que no sabe responderlas.

La literatura es convertir en sueños las sombras, la literatura y todo, la vida entera, sombras y sueños, sol y nada, esta misma mañana es una sombra de ayer, ayer se fue, se queda la sombra.

Existe el dolor y la muerte y ni la literatura ni nada, ni siquiera el sueño, es capaz de devolver lo que roba la implacable cuchilla del tiempo, esa maldita oscuridad, la desmemoria.

Qué es la literatura sino una carta sobre el desamor o el ajuste de cuentas de una familia o una aventura contada en primera persona por un personaje que ya perdió pero que aún no lo sabe.

La sombra fue el miedo y después la enfermedad al desamor o la muerte, siempre una sombra andando con nosotros.

Mientras que la imagen fija es como la palabra, contundente, perentoria, la palabra es una orden dada a un solo hombre en medio del desierto, un exabrupto, un puñetazo al aire.

El destino del hombre es amar y despedirse, y a veces despedirse es algo muy serio, porque es para siempre.

«Procura no perder el tiempo»: no hay peor modo de sobrevivir que perdiendo el tiempo.

Entre lo que haces y lo que debiste hacer siempre hay un muro de hielo y de azar con el que ya vives siempre.

Uno siempre piensa que todo ha de durar eternamente cuando aún no ha cumplido los treinta, pero luego la edad, la vida, la suerte de los otros empiezan a emitir mensajes, y nos dejamos sepultar por el tiempo, por el olvido, por la destrucción o por el amor desleído, el amor que se rompe, las cosas que nadie rompe pero se rompieron.

El destino del hombre es viajar y reencontrarse.

Hizo la maleta y se fue, el que no es capaz de irse no será capaz de nada.

¿Cómo muere el poeta?

Es la naturaleza la que te manda y tú te preparas para hacer un viaje, lo emprendes poco a poco, los viajes se emprenden poco a poco pero hay un motor interior, una mano que lo va conduciendo todo con destreza y ahínco.

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